EL MASROIG:

RITUAL EN EL SENDERO DE VIDA Y SABOR.


El ocre fulgor del cielo surca los campos equinocciales, persigue volutas de humo e incienso aguardando escribir una página más en la ruta histórica del Priorat. Desde tiempos perfectamente delineados a través de la memoria histórica de sus habitantes –con rastros de las culturas ibera y romana, estos últimos introdujeron en la región el cultivo de la vid-, pasando por los miradores en las altas colinas desde donde el ejército republicano combatió valerosamente hasta el final el avance fascista, se puede reconocer el profundo respeto por las tradiciones republicanas y liberales del pueblo catalán.



Situado en la parte baja de la comarca del Priorat, el pueblo de El Masroig se extiende desde la loma de la colina hasta el lado izquierdo del río Siurana, en medio del paisaje compuesto de sotobosque. Tierra donde el secano, la viña, el olivo y el almendro dibujan las superficies de cultivo, que encuentran contrapunto en las pequeñas extensiones de regadío. En el término de El Masroig se encuentran los restos de un poblado ibérico anclado en el monte Puig Roig. Tras la reconquista de Siurana, El Masroig pasó a incorporarse a los dominios de los Castellvell y posteriormente a la baronía de Entença, anexionada más tarde al condado de Prades. A lo largo de los siglos, el pueblo histórico de El Masroig ha sufrido las vicisitudes que forman parte de la historia colectiva del Priorat. Tierras marcadas por la belleza de un paisaje único e irrepetible en el que el vino es el elemento de identidad y que con el paso de los siglos ha sido escenario cambiante en momentos de crisis y de esplendor.


Don Josep nació en Barcelona, pero la mayor parte de su vida ha vivido en el Priorat, es un pagès –campesino- de rostro noble que con su franca sonrisa emite un rastro de bonhomía incuestionable. La tierra significa todo para él y para sus compañeros de la Cooperativa Vinícola de El Masroig, fundada en 1917, considerada una de las más importantes del Priorat, que hoy reúne a dos cooperativas que durante una veintena de años desarrollaron en el pueblo actividades paralelas e independientes. Hoy en día, cuenta con casi 500 hectáreas de viñas, propiedad de sus socios. Desde el punto de vista administrativo, se encuentra dentro de la comarca del Priorat. En el aspecto vinícola, tanto la bodega como las viñas están emparentadas con la Denominación de Origen Montsant, convirtiendo la calidad en un sello distintivo de sus vinos y haciendo de la tradición una expresión de identidad.




Las suaves colinas deslizan un humilde murmullo agreste y festivo. El incendio de la sangre se mezcla portentoso con el alma laboriosa de un pueblo que atesora sus costumbres, su idioma. Las empinadas y serpenteantes calles guardan el secreto de promesas de amor y fidelidad por la tierra y la mujer amada.


La tierra da características y calidad a los vinos, también las decisiones que acompañan la trasformación de la uva en un producto diferenciado que nos acompaña en la mesa.


En la zona amparada bajo la Denominación de Origen Montsant, las tierras en las que crece la viña son, básicamente, tierras calizas, aunque también tierras marrones meridionales, sobre pizarra. En ambos casos, el elevado nivel de caliza y la escasa fertilidad son características de estas tierras del interior, montañosas, en las que el clima mediterráneo adquiere rasgos de continentalidad, donde el verano y el invierno son extremadamente secos y la primavera y el otoño relativamente húmedos. Es también tierra de viñas viejas, de garnacha del país y de cariñena justo después de la filoxera. Viñas de baja producción, en las que las uvas maduran y alcanzan una concentración que llega a su punto máximo en el momento de la vendimia: justo cuando el grano está en su punto.

Hijos de la tierra que los acoge, los pagesos –campesinos- rinden tributo a la tradición de llevarse una copa de vino a los labios; con ello participan de la expresión de un paisaje y una cultura que se refleja en cada una de las notas que dan identidad al vino.


Al brindar con don Josep, Pep y Enric la solitaria copa se convierte en inverosímil quietud otoñal, convirtiendo el arte del disfrute terrenal en ceniza de quimera, de amores tallados a flor de piel en la marmórea latitud de la corteza desgarrada por el tiempo. Las líneas del horizonte, la espiral de hojarascas barridas por el viento tiñen de ocre el incierto amanecer del ocaso.

El sinuoso camino de retorno ludifica la memoria en labios de la bruma que nos despide a lo lejos, con un Fins aviat! -¡hasta pronto!


Nota sobre la región:


En la región hay rutas para practicar senderismo, y se puede acampar en los sitios señalados para tal fin. Si desea recibir información sobre éstas y otras actividades al aire libre, o conocer más sobre el trabajo de la Cooperativa puede visitar las siguientes páginas:

http://www.parcsdecatalunya.net/

de la Generalitat de Catalunya o los organismos locales de senderismo:

http://www.pedrenca.com/

http://www.catsud.com/

http://www.excursions.cat/

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